jueves, 29 de abril de 2010

Empresaria del ceviche


Claudia Cervantes empezó con la idea de ir aprendiendo en el camino. Y ya no se detuvo. Hoy, con dos locales, está dispuesta a ampliar la oferta de su comida.

La inquietud por emprender un negocio propio hizo que atendiera la propuesta de un conocido que le sugería aunar fuerzas y vender ceviches. “Pero si yo no sé nada de ceviches”, dijo entonces Claudia Cervantes. Nada imaginaba entonces de la aventura que emprendería por animarse a perder el miedo y aprender la nueva habilidad.

Fue así como los dos socios —ambos peruanos— empezaron con un local pequeño en Miraflores. Claudia a veces se preguntaba qué hacía preparando comida, cuando su profesión y su experiencia eran las de operadora de turismo.

“A mí me gusta ser muy inquieta. Le voy a decir algo”, se acerca, como quien revela un secreto, “a mí los clientes me han enseñado a hacer ceviche”.

La perseverancia de Claudia y su filosofía de trabajo, “el cliente es lo primero y siempre tiene la razón”, cobraron fruto un día, cuando uno de sus asiduos comensales empezó a criticar los platos que pedía. “Para mí, lo que más me impulsó es el cliente que con sus opiniones siempre me hacía crecer”.

La actual dueña de la cevichería Contigo Perú cuenta que pronto deshizo la alianza con el antiguo socio y se decidió a contratar como su cocinero al otrora cliente que aconsejaba cómo preparar mejor los platos. Le fue tan bien que hasta su esposo se sumó a la empresa y dejó el turismo para dedicarse a la gastronomía. Actualmente la pareja cuenta con dos locales y unos diez empleados, entre fijos y eventuales que contrata los fines de semana, pues la concurrencia es numerosa. Los platos a elección van desde mariscos hasta los más típicos de Bolivia.

A sus 51 años, Claudia tiene claro que siempre debe mantenerse atenta a las oportunidades y a seguir indagando. Por eso, ella decidió estudiar cocina internacional para ampliar la oferta de su negocio. “Sigo preparándome”, explica. “Estoy metida en todo”.

En la búsqueda de lo nuevo, esta emprendedora se ha propuesto cultivar sus propios ingredientes: cilantro, ají verde, maíz morado y otras plantas crecen en su terreno de Coroico.

Cuando se le pide que regale algunas claves para guiar y animar a los futuros emprendedores de negocios, ella asegura que hay que tener perseverancia, fuerza de voluntad y fe en Dios. “¡Corazón!”, alerta antes de que se le vaya la idea. “Corazón para saber comprender a los clientes y su psicología”.

Y mientras Claudia camina la distancia que la separa de su próxima cevichería, está de acuerdo con que hay cualidades que sólo una mujer puede desarrollar mejor a la hora de hacer crecer una idea: sentido común y visión.

Fotografías: Alejandro Álvarez

miércoles, 28 de abril de 2010

El plato del Bicentenario del Valle tiene tres carnes

Superabundante, como le gusta al cochabambino, con tres tipos de carne, guarnición en base a trigo, mote de maíz y papa, y el tradicional picante describen al “Plato del Bicentenario”, un platillo creado en el marco de los festejos del Bicentenario.

El plato fue elegido en un concurso organizado por la Alcaldía del Cercado. Destacados historiadores del Valle junto a la Asociación de Chefs eligieron 18 ingredientes para la elaboración, los más representativos del Valle y de uso tradicional ancestral.

La creadora del plato es Gaby Terán, propietaria del restaurante Gaviota. “Crear el plato fue difícil porque los ingredientes no los habíamos combinado muy seguido”. Explicó que en vez de ají usó locoto molido para preparar el ahogado que acompañó a la carne de conejo. “La colita de res a la brasa le puso el sabor diferente al platillo, la chuleta de cerdo a la plancha y encima de las carnes se puso chorrellana”. Tres locotos adornaron el plato formando una bandera tricolor.

Aún no se sabe el precio del plato, pero estará a disposición desde el 1 de mayo. Será tan abundante que por lo menos cuatro personas podrán comer.

La degustación se realizó ayer en ambientes del Hotel Cochabamba. El tribunal probó cada platillo y luego de dos horas de debate en torno a los sabores ganó el plato perteneciente a la Gaviota, con 500 puntos.

El restaurante ganador se encuentra en la calle Chimoré, en la zona sur de la ciudad.

martes, 27 de abril de 2010

Alcaldía presentó “Guía gastronómica de Tarija” que contiene 25 platos típicos

La Alcaldía Municipal, a través de la Dirección de Turismo, presentó oficialmente la “Guía gastronómica de Tarija” con la descripción de 25 platos típicos de la región, 19 variedades en repostería, y cuatro clases de bebidas. El documento fue editado por la repartición edil, y cualquier persona interesada puede adquirirlo de manera gratuita en las oficinas ubicadas en el mercado central y en la terminal de buses. El acto de presentación se llevó a cabo en la mañana de ayer lunes, en la plaza principal Luís de Fuentes, y contó con la presencia del director de turismo, Pablo Bustillos, y los cursantes de la especialidad de Jefatura de Cocina de los centros de capacitación productiva del Municipio.

La representante de los centros de capacitación, Esthela Alemán informó que la especialidad de Jefatura de Cocina se la adquiere en primer lugar adquiriendo conocimiento de toda la gastronomía tarijeña, porque se debe comenzar con lo que hay “en casa”. En este sentido, el acto de presentación también sirvió para realizar la degustación, aprovechando a las personas que pasaban por el lugar para que también conozcan los platos típicos de la región.

“Nos sentimos bastante apoyados con la promoción de esta guía, porque ahora podemos llegar más allá de las fronteras por medio de la comida”, señaló.

Por su parte, el encargado de la Dirección de Turismo, Pablo Bustillos indicó que esta guía sirve para identificar claramente la gastronomía típica tarijeña en todo el país, y también en el exterior. Tal como pasó en la ciudad de Jujuy, Argentina, en dónde fue promocionado el documento la pasada semana.

“Es una guía sencilla, pero muestra la diversidad gastronómica de nuestro departamento, y la hace ver como una de las regiones con mayor diversidad de comidas”, finalizó.

lunes, 26 de abril de 2010

20 Años de la mejor gastronomía “El Huerto Restaurante”

La fundadora de El Huerto Restaurante fue Teresa Hoyos de Negrón, pero desde hace más de 15 años, Rosario “Charito” Negrón es quien dirige esta empresa gastronómica que siempre ha llevado en alto el buen gusto.

Este mes, El Huerto Restaurante se encuentra de aniversario: festeja 20 años de buena gastronomía. En su historial tiene un gran número de visitantes nacionales y extranjeros, autoridades nacionales y mandatarios de países vecinos que han pasado por sus ambientes degustando su comida.

Rosario Negrón presenta a sus comensales un variado menú de 50 platos entre comida típica e internacional, además de la exclusividad de ser la única en Bolivia, con el título de Chef Master Cousine del Cordom Bleu, luego de tomar cursos especializados en Perú.

Los 20 años de El Huerto han sido reconocidos también por los Viñedos y Bodegas Campos de Solana, que en una forma de apoyo a la gastronomía digna de ser resaltada, ha sacado una edición especial y limitada de botellas de vino de altura con tres tipos de etiquetas personalizadas, en las cuales se resalta los 20 años de El Huerto. Esta es una producción limitada de botellas de vino Malbec, que lleva en la etiqueta una felicitación especial a EL HUERTO RESTAURANTE por su exitosa trayectoria y por hacer de la comida y la gastronomía una verdadera pasión.

jueves, 22 de abril de 2010

Un apetitoso festival Bolivia Gourmet

Decenas de platillos, guarniciones y postres elaborados por los chefs nacionales e internacionales fueron degustados en el IV Festival Gastronómico Bolivia Gourmet, desarrollado sábado y domingo en el salón Diamond de la zona Sur.

A la inauguración asistieron los principales artífices de la iniciativa: Teresa de la Rocha, como directora del proyecto, representantes de los países que estuvieron presentes con sus platos típicos, los propietarios y chefs de restaurantes famosos, productores y centenares de comensales.

De la Rocha no ocultó su alegría al confirmar que el proyecto, que nació hace cuatro años como una iniciativa privada, hoy cuenta con el apoyo de más instituciones que posibilitan que la producción, la industria y el consumo se afiancen.

Los asistentes al evento saborearon el cordon blue de París, el sushi japonés y la paella española (entre otras exquisiteces que estuvieron acompañadas por vinos, postres y chocolates), mientras circulaban y admiraban la decoración de cada stand dispuesto en el salón.

El cebiche peruano fue el platillo que se agotó a los pocos minutos de iniciado el banquete. El motivo —según aclaró sonriendo Joseph, el chef que lo preparó— son los ingredientes secretos y los efectos afrodisiacos que mucha gente le atribuye.

lunes, 19 de abril de 2010

La Kantuta, banquetes para el paladar exigente


Dirección: calle Potosí, esquina Genaro Sanjinés, segundo piso del Hotel Presidente (Centro). Teléfono: 2406666. Abre todos los días de 8.00 a 23.00.

El restaurante cafetería La Kantuta se abre en el segundo piso del Hotel Presidente, con sus mesas cuidadosamente decoradas, en un ambiente amplio y acogedor. Ofrece comidas nacional e internacional, platos a la carta y un desayuno buffet de 35 bolivianos, muy completo, con excelente repostería.

El almuerzo buffet es la estrella de este acogedor lugar (en realidad La Kantuta, la flor de la que toma el nombre), sin duda uno de los más completos y con mejor atención de la ciudad, y si bien el precio es un poco alto (65 bolivianos), bien lo vale. Pasemos a la mesa:

Para las ensaladas hay de todo y en todos los colores: vainitas verdes, lechugas varias, maíz amarillo, betarraga morada, tomates de rojo vibrante, zanahorias naranjas. Los aderezos están bien presentados y hay desde llajua, pasando por las vinagretas hasta mayonesas caseras con cebollín picado. Las sopas son sabrosas y se ofrecen dos por lo general, maní o minestrone, chairo o sopa de cabellos de ángel, una nacional y otra internacional, o sea, para todos los gustos.

Los segundos son finísimos: mariscos, pechuga de pato rellena, carnes en salsa de pimienta, pollo bien aderezado, pescado; comer un poco de todo recuerda a los platos que se sirven en las fiestas de matrimonio: no importa mezclar sabores opuestos, lo que interesa es la variedad.

Y los postres (cabe señalar que las bebidas y los mates se cobrarán aparte) son por lo menos de cinco tipos: pie de maracuyá, mousse de naranja, torta de chocolate, torta de vainilla, flanes y budines… todos en su justo sabor, invitan a servirse más de una porción.

En resumen, un banquete, algo que no es para todos los días, pero que podría ser visto como la oportunidad para celebrar algo importante: un buen contrato o un cumpleaños pequeño, o lo que se le ocurra a uno. Celebrar la vida ante una buena —y surtida— mesa.

viernes, 9 de abril de 2010

Con sabor yungueño Estudió mecánica, pero prefirió conquistar con su comida Félix Larrea recuerda que abrió un pequeño restaurante cerca de la calle

Félix Larrea recuerda que abrió un pequeño restaurante cerca de la calle Figueroa en el año 1978. Con el tiempo su negocio fue creciendo y hoy administra dos restaurantes que lo convencen que nació para conquistar a las personas con su comida.

Muy joven, Larrea llegó a La Paz desde su natal Coroico. “En esos tiempos, allá no ofrecía nada, fui al cuartel de la región de Caranavi. Al finalizar ese año decidí venir a La Paz para estudiar mecánica en el instituto Pedro Domingo Murillo”, relata.

Luego, al ver que no había trabajo, recordó muy bien la herencia de su madre que ya falleció. “Tenía unas manos divinas para la cocina, nos daba el ejemplo de cómo hacer las cosas. Yo y mis hermanos nos dedicamos al arte de la cocina”, afirma Larrea.

En su debut, el primer plato que sirvió fue un picante; al pasar el tiempo hubo variedad de este tipo de comidas y sazón con diferentes tipos de carnes.

“Cierto día, un amigo me dijo si le podía dar un poco de todo y salió lo que hoy es el picante mixto, del cual me considero el verdadero creador”, relata el cocinero.

Aunque hoy está dedicado íntegramente a las actividades administrativas, afirma que la delicia que puede preparar con sus manos es un fricasé, por la experiencia adquirida en el tiempo.

Todas estas actividades para salir adelante le dieron buenos resultados, pues nunca faltó pan y una buena educación para sus tres hijas.

Dentro del trabajo, Larrea se considera ordenado y afirma que este negocio no se lo puede abandonar. “Aquí hay que atender con bastante entusiasmo, hay que dedicarse y ser perseverante, estar en el puesto. Si decide dejar a alguien el negocio o se dedica a otra cosa, no funciona”.

Algo que aprendió con el tiempo en el restaurante es atender siempre con una sonrisa al cliente y darle confianza para que llegue.

“Y esa es mi mejor publicidad, porque nos ganamos la confianza de la gente. Tengo amigos taxistas que recomiendan el lugar cuando algún visitante quiere comer algo rico”, dice el gerente.

Entre las anécdotas que más recuerda de su restaurante se encuentra aquélla en la que tuvo que despedir a un empleado que “hacía bien las cosas, pero quiso engañarme y no lo logró”.

Cierto día, el mesero no reportó que dos mesas habían pagado el consumo. “Cuando era tarde y se iban, le pregunté si pagaron. Él me miró y me dijo que sí y me dio lo que correspondía. En otra oportunidad, pasó lo mismo, entonces por ser reincidente se fue”.

Larrea recomienda a los jóvenes emprendedores que nunca pierdan el norte. “Tienen que esforzarse para salir adelante, porque en los negocios no va bien desde el principio, tiene sus altibajos.

Hoy, el dueño del “Coroico Inn” afirma que siempre agradece a Dios por la oportunidad que le dio de triunfar en la vida haciendo lo que más le gusta. “Invito a todas las personas que quieran conocer el Coroico Inn y prueben nuestros manjares, no se arrepentirán y volverán”.

El día que la comida se salvó de la basura

“Hace unos 14 años, cuando inauguramos el espacio de la plaza Villarroel, recuerdo que había conflictos sociales y yo esperaba a mi clientela con las especialidades de la casa”, dice Larrea.

Según el propietario, al ver que pasaban las horas había cierta incomodidad de todo el personal pues el salón para 200 personas estaba vacío y la comida sería desperdiciada. “Ese momento salí a la plaza Villarroel a ver el panorama, allí apareció un grupo de personas religiosas que salieron de su culto. En ese momento me acerqué y hablé con uno de los líderes para invitarlos cordialmente a mi restaurante a servirse unos platitos que ofrecí como cortesía de la casa. Comieron muy felices, hasta refresco les invité, nunca olvido esa tarde”, recordó Larrea.

jueves, 8 de abril de 2010

Pizza Nostra, comida italiana de categoría

Dirección: Montenegro 1188, esquina calle 18 de Calacoto. Atiende de martes a sábado desde las 12.00 hasta las 15.00, y de 19.00 a 23.00.

La Pizza Nostra ofrece múltiples variedades de pasta: espaghetti, fetuchini, lasaña, canelones, ravioles, ñoquis, sorrentinos… además de milanesas, buffet de ensaladas, calzzones y pizzas. La pizza es deliciosa, un homenaje a la confección italiana. Si bien con la cuidadosa denominación de origen ya no se puede jugar mucho (pizza napolitana hay sólo en Nápoles, según la Academia de la Lengua), el sabor y la delicada combinación de masa, queso, salsa y todos los ingredientes que la imaginación disponga sí son posibles.

Y precisamente en Pizza Nostra combinan todo esto muy bien. En particular la pizza argentina —salsa, queso, jamón, peperoni, tocino, carne y orégano— y la criolla —salsa, queso, cebolla, locoto, carne, morrón y orégano— son dos especialidades sabrosas y de buen tamaño. La superfamiliar (12 porciones grandes) está a 75 bolivianos, y la mediana (ocho porciones) a 45.

Según la web, la palabra pizza procede del alemán antiguo: bizzopizzo (bissen en el alemán actual), que significaba mordisco y trozo de pan. Ya en el siglo XII, la denominación cambió para definir un pequeño pan redondo y tierno. En cuanto a los calzzones, se confeccionan con los mismos ingredientes de la pizza, pero se hornean como grandes empanadas rellenas de queso y carne. El sabor es más concentrado, y pueden pedirse para llevar. Los calzzones varían en tamaño y precio: desde cuatro hasta 12 bolivianos.

Las lasañas merecen una mención aparte, las opciones: mariscos, espinacas y bechamel, pollo, aparte de la tradicional lasaña de carne y bolognesa. Las porciones individuales están a 30 bolivianos, y la grande, para seis u ocho personas, a 120. Los postres italianos: panna cotta, tiramisú, café brule, están entre siete y 12 bolivianos. Delicias variadas para el paladar.