martes, 7 de junio de 2011

Verdura. La acelga es un alimento de temporada que posee grandes beneficios para el organismo

Para los poetas el verde es esperanza, pero para los nutricionistas es salud, pues en el color de las acelgas se encuentran importantes aportes de nutrientes beneficiosos para el organismo humano.
Las acelgas pueden comerse todo el año, pero la mejor época para hacerlo es en otoño-invierno, porque es cuando sus hojas toman color más oscuro, lo cual indica que su contenido nutricional es mayor, según la explicación del nutricionista, Juan Velarde.

VERDES NUTRIENTES. Las acelgas son refrescantes, diuréticas, muy digestivas, nos ayudan a regular el tránsito intestinal gracias a su alto contenido en fibra, aportan cantidades muy importantes de vitaminas y minerales, dice el experto. Contiene: Vitaminas A muchísima y C en menor cantidad.
Sin duda, las acelgas son, sobre todo, ricas en potasio, un mineral esencial para eliminar toxinas, gracias a su efecto sobre la función renal. El potasio; es también fundamental en el sistema nervioso y cardiovascular, además de ayudar en el almacenamiento de carbohidratos y su posterior transformación en energía.
Según cómo se cocinen, estas milenarias verduras se convierten en uno de los productos imprescindibles de las dietas de adelgazamiento, ya que tan sólo aportan 18 calorías por cada 100 gramos: en ensalada, hervidas, al vapor, sofritas con un poquito de ajo y aceite.

VERDURA DIVIDIDA. Podemos distinguir dos partes en las acelgas: la parte verde, la hoja fina; y la parte blanca, las pencas más duras. A la hora de cocerlas, lo mejor es separar ambas partes, ya que requieren distintos tipos de cocción. La vitamina C desaparece en grandes cantidades tras la cocción, por eso es bueno tomar de vez en cuando la acelga en ensalada, siempre que sea una planta joven (las hojas viejas dan un toque amargo).

La forma de consumir. Las acelgas combinadas con legumbres que aportan proteínas, constituyen un plato muy nutritivo, y los minerales y vitaminas de las acelgas contribuyen a la digestión de las proteínas de

las legumbres, evitando la mala digestión y la flatulencia de las legumbres.
Hervidas y aderezadas con una cucharadita de aceite de oliva, no requieren de otro aderezo y constituyen un plato nutritivo. Pueden utilizarse también en platos más elaborados fritas, gratinadas, en tortillas o a la vinagreta, etc.

TRUCOS DE COCCIÓN. No deben hervirse durante mucho tiempo para que no pierdan su sabor y sus vitaminas. Son suficientes 20 minutos para hervirlas. Si se combinan con alimentos que requieren de mayor cocción, se cocinan primero los otros alimentos y se añaden las acelgas al final.
A la hora de elegirlas, escoja las que presenten hojas bien brillantes y de un color verde oscuro uniforme, ésta es la mejor garantía de calidad y frescor.
Si opta por hervirlas, es aconsejable consumir el caldo de cocción o utilizarlo en otras preparaciones culinarias.
Recuerde que es un alimento de “vida corta”. Por ello, conviene consumirla en 2 ó 3 días desde su compra. Guardada en el frigorífico se conserva unos días más. Si se compra fresca y se desea congelar, se ha de escaldar previamente durante 2 ó 3 minutos en agua hirviendo.



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