viernes, 3 de agosto de 2012

La virgen de los deseos crea sándwiches de chota y birlocha en La Paz

El delicioso sabor de un crujiente cuerito de cerdo se deshace en el paladar, casi inmediatamente después de probar el sándwich de chota, que junto al de birlocha son lo más nuevo y provocativo del menú renovado del restaurante La virgen de los deseos, la casa de Mujeres Creando.
Ambos son una variación del tradicional sándwich de chola y por ello representan a otras estratificaciones de las mujeres dentro de la sociedad boliviana. “Ningún tipo de trabajo que se hace en la casa se puede desvincular del trabajo político que realizamos. Y nosotras hemos trabajado con estos términos y reivindicado esto que en muchos casos significa un insulto, dependiendo de las circunstancias en las que se diga. Lo que hacemos es devolver estos términos a la sociedad, pero en un tono reivindicativo, jugando con estas palabras”, explica Julieta Ojeda, de Mujeres Creando.
Ambos sándwiches forman parte del relanzamiento de las actividades de La virgen de los deseos, donde el área gastronómica continúa con la revalorización de los platos locales, como su famoso ají de fideo, y se amplía para ofrecer mayores alternativas, según explican las encargadas.
Así, el tradicional sándwich de chola -que ha ganado fama internacional gracias a las manos de la mujer de pollera- amplía su familia con la inclusión de otras mujeres trabajadoras y mestizas.
La cocina de La virgen de los deseos está conformada por un grupo de mujeres que se ha unido en una cooperativa de trabajo. Todas ellas saben hacer los nuevos sándwiches.



El de birlocha
María Galindo, parte del colectivo Mujeres Creando, escribió en un artículo publicado por Página Siete: “La birlocha es dos veces una chota”, describiéndola como una mujer respondona y exagerada, que para sobrevivir puede ser desde presentadora de noticias hasta viceministra.
Dentro de la pequeña cocina de este restaurante, el escabeche, los ajíes y la carne de cerdo están listos para que Ninoska Choque, la nueva chef, los convierta en el sándwich de birlocha, que en el afán de llamar la atención no podía tener menos que un plus y superar al de chola con un ingrediente más: el ají de maní. Para algunos paladares, ése es el toque con el que la nueva propuesta puede superar al sándwich de chola.
“Más que nada estamos ganando experiencia en este tipo de gastronomía que tiene una propuesta y para mí es una gran oportunidad”, dice Choque.



El de chota
Dueño de una simpleza particular, el sándwich de chota está hecho solamente con carne y varios cueritos de chancho. Ésta es una alternativa, según explica Ojeda, para aquellos a quienes no les gusta la cebolla o el ají.
Este bocadillo se inspira, obviamente, en la chota, aquella mujer de jeans, mandil y con el chicle en la boca, que es calificada con ese apelativo en mercados o en algún negocio pequeño en las zonas populares.



Los sándwiches están disponibles desde las ocho de la mañana hasta las once de la noche en las mesas del restaurante.



Lo nuevo del menú
De lunes a viernes, este lugar ofrece desayuno, al cargo de Rosa Caro, quien también es famosa por preparar un ají de fideo “de película” y el pesq’e de quinua. La novedad en las mañanas será el charque ispi, una combinación de ambos platillos.
A mediodía se ofrecen los almuerzos con tres opciones, una de ellas es la vegetariana, la más solicitada en el lugar. Todo acompañado por una variedad de ensaladas.
La pastelería está al cargo de Choque, quien ofrece todos los días una nueva opción, desde el masaco de yuca, o el api con pastel, hasta tortas o cheesecakes, además de 25 tipos de masitas con alternativas integrales y dietéticas.
Los fines de semana cuentan con la participación del chef Guillermo Aramayo, quien ha propuesto como plato “estrella” el pato asado con varias guarniciones. También se especializan en el surubí a la parrilla, la trucha criolla, la sopa de maní y las costillas a la barbacoa.
“El pato es una carne más sana y magra, y con más sabor que la del pollo. Tenemos tres opciones: al vino, a la naranja y frito”, comenta Aramayo.Estos términos o calificativos, ya sea dentro de la gastronomía o en el muro de alguna pared, buscan ser una reivindicación para las mujeres.

Y La virgen de los deseos es un lugar abierto para cholas, indias, birlochas, chotas, cholas y señoritas de todas las clases que aprecien la buena mesa.

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