viernes, 14 de septiembre de 2012

Alimentarse por la nariz

La comida inhalable se la vende en varios países. Nutricionistas locales no consideran que tenga éxito en esta región, porque aquí se aprecia la comidad ‘verdadera’

Ahora los alimentos no solo se comen, también se inhalan, es la novedad de un invento realizado en Estados Unidos. Bueno, no es tanta la novedad, porque ya mucha gente en el país del norte y en Europa lo usa desde hace buen tiempo. Pero no ha llegado aún por esta región. Se trata de una máquina que convierte la comida en vapor y permite consumirla sin engordar.

¿Tanto así?
“Diez minutos de inhalación representan solo 200 calorías, la mitad de las que tiene un alfajor. De esta manera, las personas podrán comer los platos más suculentos sin perder la línea”, asegura David Edwards, el inventor de un dispositivo para aspirar café y chocolate que tuvo gran acogida en el Reino Unido.
La máquina, llamada Le Whaf, convierte los alimentos sólidos en bocanadas de vapor, de manera que la comida ya no se mastica, sino se inhala.

Incluso para licores
Le Whaf, según los informes que dan vuelta por el mundo mediante la Internet, también sirve para quienes quieren beber alcohol sin pasarse de copas. “Las bebidas con sabores fuertes como el whisky funcionan bien. Lo único que hay que hacer es verter 50 milímetros de la bebida que se desee en la máquina. Es una manera de saborearla sin emborracharse”, dijo el científico.

El aparato
Las explicaciones dan cuenta de que Le Whaf es un dispositivo con forma de pecera que permite inhalar una tarta de limón o cualquier otro sabroso alimento, sin necesidad de ingerirlo. El resultado es lo que Edwards llama una ‘nube de sabor’, o sea microgotas que forman bocanadas de humo y que al respirarse ofrecen una completa experiencia de sabor sin necesidad de consumir ni una sola caloría.

Avance
Los informes que circulan en el mundo cibernético sobre este modo de alimentarse indican que no se trata del primer trabajo del investigador de Harvard en esta línea. En 2009 inventó Le Whif, un original inhalador de chocolate que lanzó a la venta con el eslogan Tan dulce como el chocolate, tan ligero como el aire. El éxito fue inmediato. Tras lanzar el producto vendió 25.000 unidades en un solo mes, agotando todas sus existencias.
Ahora ha decidido usar el mismo dispositivo para comercializar vitaminas inhalables con tres formatos: té verde antioxidante, té de vino antienvejecimiento con resveratrol y té de hibiscus multivitamínico.
“Se respira y se absorbe en la boca, sin llegar al tracto digestivo, de modo que una mayor concentración de vitaminas y suplementos alcanza el torrente sanguíneo”, defiende su creador, que también ha desarrollado café inhalable, otro éxito comercial en Francia, Japón y Estados Unidos.

De aspecto futurista
“Mi cabeza está suspendida sobre una pecera. Una paja de cristal está entre mis labios. Nubes de humo flotando en mi cara y la tarta de limón haciendo remolinos alrededor de mi boca”. Esto es lo que debe estar pensando la comensal de esta nueva modalidad de comida. Así lo publicó el Daily Mail, el periódico británico considerado el más leído en el Reino Unido. Parece cosa de ciencia ficción, pero es un bol de cristal de aspecto futurista llamado Le Whaf que hace bocanadas de humo de apetitosos manjares, añade.

Es un humo especial
No es que se transforme un pedazo de tarta sólida en vapor. Se trata de preparados especiales en versiones líquidas de los platos y se convierten en gas.
Para hacer funcionar la máquina solo hay que apretar el botón de encendido. En un minuto, una nube de diminutas gotas aparecen en la pecera. Se puede servir con un dosificador que tiene el aparato antes de que se hunda.
Cada respiración, o 'whaf', apenas contiene calorías, así que se puede disfrutar de suculentas comidas con menos riesgo de perder la figura. "Es bueno para los que hacen dieta", afirma Edwards.

¿Paranoia?
Un comentario recogido en algunos blogs de la Internet sobre este tema, lo califica de paranoia.
Dice así: “Leí acerca de la invención de un aparato para inhalar la comida. Se llama Le Whaf. O sea que no se ingieren los alimentos. Simplemente se los huele. Seguramente lo compraré, porque me gusta probar las novedades que salen a la venta.
Le Whaf también sirve para inhalar bebidas alcohólicas. A veces por el simple hecho de oler ron o alguna bebida alcohólica fuerte, alguna persona llega a emborracharse. Eso es real. Por eso también hablan de fumadores pasivos. Lo que inhalas, entra en tu cuerpo.
Esto me parece paranoico”.

¡Cuidado, es arma de doble filo!

La nutricionista cruceña Carolina Vélez afirma: “Me parece que es un arma de doble filo, especialmente si llega a una persona que sufre de trastornos alimenticios como la anorexia.
Hay que recordar que si bien la alimentación nos da placer al sentir los diferentes sabores, tiene el principal objetivo de aportar nutrientes que son esenciales para el mantenimiento y desarrollo de las funciones básicas del cuerpo. Si inhalamos alimentos que aportan nutrientes quizás le daríamos muy poco a nuestro organismo.
Como recomendación a los lectores les recuerdo que una alimentación natural, variada y equilibrada no puede ser remplazada por ningún batido, pastilla o humo, ya que los nutrientes naturales son con los que nuestro organismo funciona correctamente.
Finalmente habrá que probar el equipo para saber que sensación se tiene y si realmente valdrá la pena pagar por ello.

“Prefiero comer los alimentos”
Sobre el particular el endocrinólogo Douglas Villarroel sostiene: “Debo aceptar que el concepto de tener una máquina que permita consumir los alimentos a través de la inhalación es futurista. En este caso para hacer dieta. Sin embargo, no hay nada de este plato aromático de alimentos químicos que se inhalan que a mí me interese. Nunca en la vida voy a preferir inhalar los alimentos en vez de comérmelos.
Quizá es todavía demasiado pronto para que nos animemos a comprar los alimentos en paquetes de sabor, en vez de la chuleta misma.
Pero aún si tuvieran comidas favoritas como la sopa de maní, picante de pollo o pastel de manzana, creo que yo no estaría dispuesto a cambiar el sabor de mis platos que consumo desde mi niñez, a pesar de todas las cosas, por el Le Whaf.”

“Pongamos pie en tierra”
El médico, chef y nutricionista, Andrés Zapata, afirma: “La epidemia de la obesidad a nivel mundial necesita de cambios de conducta duraderos, sostenibles en el tiempo, económicos y de facil aceptación.
Los profesionales en salud, de todas las dietas conocidas, que son cientos, se quedan con la dieta paleolítica, es decir, alimentos naturales, no procesados, sin agregados químicos y con el menor tiempo de cocción posible. Lo importante es que las personas conscientemente dejen de consumir comidas dañinas. Pongamos los pies en la tierra. La epidemia de la obesidad necesita soluciones reales y efectivas para la población mundial y no las locuras para ganar fama de creadores de modas que desaparecerán tan rápido como aparecen”.

“Creo que lleva un riesgo”
La nutricionista Rita Medina comenta lo siguiente: “Me parece interesante, como una manera de evitar la tentacion de servirnos alimentos que nos engordan. Sin embargo, no veo a este ingenioso invento como una opción para suplir la normal alimentación.
Nuestro organismo tiene un comportamiento integral. Todo se encuentra relacionado. Si reemplazamos las funciones digestivas por los inhalantes, es probable que sufra problemas con la masticación, digestión, formación de enzimas, acción de las hormonas y demas, especialmente si este es nuestro único medio de sustento a largo plazo . No nos alimentamos para engordar o enflaquecer, sino para brindarle a nuestro cuerpo las sustancias químicas o nutrientes que se necesita para mantener la salud.

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