martes, 15 de enero de 2013

Comida chatarra en la adolescencia

“En los últimos tres meses, mi hijo de 15 años ha subido de peso notoriamente porque en sus recreos se compra comida chatarra en el colegio y rechaza la merienda que yo le preparo”, comenta Amparo, ama de casa (40).

Pero no sólo en los recreos los chicos tienen la oportunidad de comer pizzas, hamburguesas, papas fritas, salchipapas, gaseosas y otros productos con alto contenido graso, sino también en sus reuniones sociales o en las salidas al cine o de paseo con sus amigos.

“Cuando los niños son pequeños es más fácil controlar su alimentación, pues siempre comen en casa y las meriendas son preparadas por los padres, que casi siempre envían una fruta”, dice el psicólogo Carlos Velásquez.

Por tanto, es importante acompañar su crecimiento con buenos hábitos, deben respetar los horarios de comidas, sobre todo el de las más importantes como son el desayuno y el almuerzo. “Esto para que siempre le toque comer en casa y así se garantice su buena alimentación”.

Lo segundo por hacer es hablarles muy claro sobre el porqué deben alimentarse sanamente, cuáles son las ventajas de consumir alimentos ricos en vitaminas y proteínas y cuáles son los perjuicios de ingerir comida chatarra. “No cometas el error de prohibirle a tu hijo adolescente comer cierto bocado sin explicarle el porqué de la prohibición. No olvides que a esa edad ellos prefieren siempre romper las reglas para probar los resultados”, comenta Velásquez.

Lo mejor es que junto a tu hijo veas la mejor manera de buscar alternativas y no se maneje el tema con imposiciones. “Cuando tengan la oportunidad de comer en familia, por ejemplo los fines de semana, cocina muy sano pero rico: evita las gaseosas y trata de preparar refrescos hervidos y naturales”, agrega.

La nutricionista Mónica Barreda, coincide con Velásquez en que a la edad de la adolescencia es muy difícil controlar este tema, ya que es una etapa de rebeldía que se caracteriza principalmente por no aceptar lo que indican los padres. “Además influyen mucho los medios de comunicación y el grupo de amigos que lo rodea”, advierte la especialista.

Agrega que la educación y los hábitos alimenticios transmitidos durante la etapa de la infancia son un pilar que no permitirá que su patrón se desvirtúe sólo con la ingesta de alimentos ricos en grasa y azúcares. “Es bueno hablarles de aquellas comidas que generan riesgo y enfermedades como la obesidad y diabetes porque contiene muchas calorías vacías, pero muy pocos nutrientes o fibra”, recomienda Velásquez.

De todos modos sugiere no presionar al adolescente. En cambio, se deben reforzar los hábitos alimenticios con comidas familiares y con un menú que incorpore fundamentalmente vegetales de todos los colores y bastante fruta.

No seas autoritaria

Genera un diálogo y acuerda con él qué alimentos debe consumir para estar sano, cuáles son los horarios para comer y qué cantidades son las adecuadas para mantener un peso según su talla. Explícale que eso es lo que necesita su cuerpo.

Elemento de consumo

Si bien es necesario que conozca el daño que causan en el organismo las gaseosas por la gran cantidad de azúcar que contienen, deja que las deje de a poco, pues es un elemento de consumo, sobre todo en las reuniones sociales en general.

Algo ocasional

Alguna vez, y no con frecuencia, permítele el consumo de comida chatarra para que tu hijo no se aisle de su grupo social. Además este aporte de calorías será utilizado cuando haga deporte ya que desgastará energías. También ayudará en su crecimiento.

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