sábado, 27 de abril de 2013

SABORIZANTES, para gustarte mejor


Muchas veces, los sabores de alimentos saludables no cuentan con sabores agradables, sobre todo cuando se trata de satisfacer al paladar infantil. Ante este problema, existen productos que actúan sobre los sentidos del gusto y del olfato con la finalidad de hacerlos más apetitosos. ¿Es saludable su utilización?

Los saborizantes son preparados de sustancias que contienen los principios sápido-aromáticos. “Lo que conocemos como gusto es producido por moléculas no volátiles solubles en agua que se perciben en la lengua y la boca, mientras que el aroma es el efecto de moléculas volátiles que se perciben en la nariz. La suma de ambas permite identificar un sabor específico”, explica el ingeniero de Alimentos Adolfo Barrios Césare.

Es así que hoy se puede ingerir el otrora desagradable aceite de hígado de bacalao con un agradable gusto a cherry, naranja o frambuesa; mientras que existe una gran variedad de productos que se mezclan con la leche para saber a chocolate, fresa o vainilla.

Existen tres tipos de saborizantes. Los primeros son los naturales, obtenidos de fuentes vegetales y de uso alimenticio mediante la extracción, destilación y concentración, por lo general de frutas. “En este grupo destaca la vainilla, que es muy popular en la pastelería”, señala Barrios.

Los sintéticos son elaborados químicamente y reproducen las características de los encontrados en la naturaleza. Finalmente, los artificiales son obtenidos mediante procesos químicos y responden a sabores que no tienen un símil en la naturaleza.

¿Pueden ser dañinos? “Los saborizantes no tienen muchas bondades, lo mejor es buscar productos naturales para conseguir ciertos sabores. De todos modos, la técnica bioquímica alimentaria puede disfrazar sabores que engañan nuestro paladar y, de esta manera, podemos disfrutar del sabor”, asegura por su parte Boris Calle, doctor en Nutrición.

El especialista agrega que si se consumen de manera ocasional no hay problemas con la salud. En cambio, si su uso es cotidiano, sobre todo de los artificiales, podría afectar el organismo de las personas. “Depende mucho de la cantidad de saborizantes que se consuma en algún producto, lo mejor será controlar su ingesta”.

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